sábado, 27 de febrero de 2016

Humildad. Receta del Éxito.

Como saben, después de 13 entradas publicadas sobre los más variopintos temas en el blog desde su creación el pasado Noviembre, por fin Gastroquixotes ha realizado una visita gastronómica, objetivo principal y razón de nuestro nacimiento como gastroblogueros aficionados.

Como primera parada no queríamos asumir riesgos y hemos de confesar que fuimos a lo seguro. Decir que, el hecho de elegir un restaurante con estrella Michelín no implica que nuestras próximas visitas sean de esta índole, de hecho, estamos pensando en visitar un restaurante local en la próxima ocasión e ir intercalando.




 
Era una mañana fría y ventosa en Toledo la de aquel martes 9 de Febrero. Pasamos toda la tarde anterior jugando a ser periodistas preparando una especie de entrevista que a su vez se saliera un poco de lo convencional, incluso, hicimos un intento de documentarnos navegando por la red acerca de el restaurante El Carmen de Montesión y la trayectoria de su chef Iván Cerdeño. En este momento es preciso decir, que faltaba un miembro de Gastroquixotes, nuestro hermano Alberto, al que, en todos estos menesteres echamos enormemente de menos.


Como estábamos relatando, el día no acompañaba en absoluto. Habíamos quedado con el chef a la una de la tarde. Los nervios nos recorría el pensamiento y los tres nos contagiamos enseguida de ese estado. Pronto nos vino a la mente aquellas mañanas del día de Reyes de nuestra infancia, eran las doce y media y ya estábamos allí y la verdad no anduvimos nada equivocados en este aspecto, lo que íbamos a vivir allí dentro durante más de cinco horas, era todo un regalo.


La puerta de entrada permanecía aún cerrada y casi tuvimos que colarnos dentro, de hecho, salió Iván y nos condujo a través de su cocina, que ya a esas horas hervía de gente con los fogones encendidos, hacia un hall que hay a la entrada del propio restaurante, allí, nos ofreció asiento y nos sirvió una gélida cerveza, ahí supimos que de tablas nos ganaba por goleada y que ya estaba todo el hielo roto.


Con un nudo en la garganta permanecíamos sentados, quedaban tan solo unos "culines" de cerveza en las copas cuando apareció él. Se sentó tranquilamente y la conversación fluyó y fluyó. Como hermanos que somos y conociéndonos como nos conocemos, desde un primer momento dejamos a David como primer espada para realizar la entrevista. Casi no le hizo falta seguir el guión que tan minuciosamnete habíamos preparado la tarde anterior y entonces nos dimos cuenta del secreto. Un secreto a voces y es que Iván irradiaba una humildad y una pasión por la cocina que nos producía una mezcla al 50% de envidia y admiración. Fue como cuando te cuentan la vida de un futbolista que finalmente llega a ser una estrella. Acabamos anodadados.




Tras media hora de un ir y venir de preguntas y respuestas no contábamos con el postre que nos tenía preparado el chef para finalizar la entrevista y es que de un modo totalmente altruista y sosegado se levantó y nos pidió que le acompañaramos a conocer su cocina, entonces no dábamos crédito, eso fue como cuando salen los elfos en las pelis de Navidad preparando los regalos, pues igual. Un ejército de gente trabajando en su más amplio sentido de la palabra. Cada uno a lo suyo, organización plena, maquinaria de reloj y una limpieza que se podrían mojar sopas en aquella enorme fábrica de sueños revestida de acero inoxidable.



Para finalizar, nos hicimos foto con el personal de cocina y nos dirijimos a la mesa donde más tarde nos mostraría su arte, pero hemos creído oportuno dejar para otra entrada en el blog el menú como colofón a nuestran vistita más Gastro y mas Quijotesca.


Desde este post queremos mandar un "gracias" enorme a Jaime A. Ballestero, compañero y amigo que, de un modo totalmente desinteresado acudió al lugar para hacer las estupendas fotografias que han visto. De ahora en adelante y por haberlo hecho tan bien se ha convertido en nuestro fotógrafo particular y en un Gastroquixote más.

Muchas Gracias.

APURARI.








No hay comentarios:

Publicar un comentario