viernes, 4 de noviembre de 2016

GADES. Un Cuplé de Almadraba

Allí, en el limite del mundo conocido, donde un dia se erigían las imponentes Torres de Hércules.
Allí, donde el grandisimo comandante Nelson derrotó a nuestra memorable Armada Invencible de un no menos grande, Gravina.
Allí, donde quedas envuelto y preso de las notas del amor brujo del maestro Falla en la guitarra del más grande, Paco de Lucía.
Allí, donde habitaron Cartagineses, Fenicios, Griegos, Godos, Romanos, Arabes y ahora "nozotro".
Allí, cuna del "cante jondo", donde cuatro chavales nos sacan más de una carcajada todos los febreros con sus geniales chirigotas en carnaval.

Allí, donde desde tiempos prerromanicos, unos valientes pescadores idearon aquella manera de pescar al gran atún rojo, el animal más rico del mundo (con permiso de nuestro cerdo ibérico).
Aventurándose y acorralando a tan noble animal de no menos de 200 kg, hablamos de la pesca de Almadraba, del atún de almadraba.

Gades, Cadiz, donde un día nació nuestra Pepa, modernisimo documento de 1812, ¡Viva la Pepa!.
Pues allí, queridos amigos, se plantó GastroQuixotes, sobreviviendo a base de cañaillas y "panza" de atún.

Comenzamos nuestra aventura con base en Conil de la Frontera, pueblo y puerto pesquero entre acantilados, calas y kilométricas playas. Conil, en agosto, es un sinfin de caminantes procedentes de todo el planeta recorriendo sus empedradas callejuelas. Existen multitud de terrazas a pie de calle con una oferta gastronómica interminable.
Quisquillas, atún, gambitas, chocos fritos, puntillitas y un extenso escaparate de productos del mar que hacen que te detengas a cada paso sin saber muy bien donde sentarte.



Marisqueria La Pepa 

Después de una buena mañana de playa, en concreto, en Cala de los Roches (un paraíso), paramos en la marisquería de la Pepa. Freiduria de pescado y cocedero de marisquito gaditano desde hace mas de 4 décadas. Y allí estaba Pepa. Mueca de dolor en su rostro y de repente una sonrisa de oreja a oreja. Hablando por los codos con ese acento y esa gracia que sólo los lugareños tienen en su parlar.
Nos confiesa que "el Levante" le cambia el carácter. Pues menos mal. porque su trato con ese "ven acá pacá shiquillo" nos conquistó desde el primer momento.
Sus cañaillas, sin palabras. Se te eriza el vello desde que catas ese primer sorbo de este rugoso e irregular molusco. Fetén.



Restaurante Francisco Alférez

Juan Carlos y María Angelina nos invitaron a concocer Vejer de la Frontera. Pueblo incluido en la ruta de los pueblos blancos. Unico, bellas vistas panorámicas, puro, castizo, blanco. Fortaleza levantada a 200 metros de altura sobre el nivel del mar. Al municipio pertenece la playa del Palmar donde se encuentra dicho restaurante.
Previa reserva, nos sentamos en su terraza con el sonido de las olas como musica de fondo, celestial, asi, sin darse importancia. Y sin más prolegómenos, comienza el espectáculo.
Sashimi de atún de almadraba, parecía que lo habían cortado con una katana, corte limpio, fresco, rojo intenso. Estuvimos mirando a ver si había algun japonés por ahí escondido en cocina.


Solomillo de atún a la plancha (solo asustao), sin que exista diferencia entre lo marcado por el calor y lo puramente crudo, era como una difuminación del rojo. En boca, parecía estar vivo de su frescura, se deshacia sin que pudieras retenerlo.


Arroz con carabineros, meloso, entre caldoso y no, potente de sabor. Correcto.


Lubina a la sal, muy buena, bien arreglada, buen manejo de temperatura en la hornada, jugosa.


Cuando miramos el reloj, eran las 6 de la tarde, no hace falta decir más.



Mesón Pepe Julián

Es preciso realizar una mención especial a este lugar. Eso, para empezar.
Cuenta con un espacio minúsculo de pocos metros cuadrados pero eso no importa, de hecho, es parte de su encanto.
Doña Consuelo, matriarca de la familia, continua ayudando a su hijo Raul, chef autodidacta que regenta actualmente el local con su buen hacer y un producto de una altísima calidad. Maestría en el uso de la plancha.


Ibéricos del Valle de los Pedroches, almejas de carril enormes y como no, nuestro archidegustado, atún rojo.
Famosa es también su carne de retitnto procedente del ganado autóctono que pasta a la orilla del mar. Carne que adquiere cierta salinidad, tierna, sabrosa.


El mismo Raul nos reveló su ingrediente secreto en esa salsa de almejas que nos pareció sublime: "olorozo"


Amplia oferta en bodega, para todos los bolsillos. Buena relación calidad-precio.
Visita obligada.

Janis Joplin Pub

No es nuestra costumbre recomendar bares de copas pero en esta ocasion hemos de hacer una excepción y es que este "escondite" esta enclavado en la muralla de Vejer. Mazmorras y columnas con mas de diez siglos de antiguedad. Todo ello ambientado con musica popera ochentera.
No podeis abandonar Vejer sin dsisfrutar de vuestro combinado favorito dentro del mismisimo medievo.


Abandonamos Vejer para llegar finalmente a Cádiz, nuestra "Habana" española, ciudad esta última por cierto, construida a imagen y semajanza de Cádiz, y no al contrario.

Desde el malecón nos colamos en el laberinto que conforma su casco histórico. Dentro, el amor brujo de Falla del que hablabamos anteriormente se hace sentir, en cada casa, en cada esquina. De repente te invade ese olor a brisa, a sal, a marisco, por ello sabemos que andamos cerca del mercado central. Conjunto histórico milenario, antigua lonja, son innumerables los puestos de pescado y marisco, todo recien pescado hace muy pocas horas.
Fue un auténtico orgasmo de paseo, literalmente "dehojaos", alli anduvimos entre cigalas y carabineros que parecían hablarnos, gran variedad de concha, pescados coleando literalmente.



Eramos incapaces de pasar de puesto sin regresar de nuevo en el anterior.
Al final, notamos una mirada profunda en la lejanía, ojos de 5 cm de diametro, brillante, casi sonriente, alli estaba como esperándonos, el Gran Atún Rojo.
Fernando fue el elegido. Pescatero, o mejor dicho, atunero, pues es el unico producto que vende.
Encima del picado hielo, una cabeza de 30 kg de animal, pieza con la que te haces una ligera idea de las dimensiones del ejemplar. El resto, diferentes cortes del pececito. Un color, que cuantos chuletones quisieran para sí, un espectáculo.
Como no pudimos resistirnos, compramos un poquito de ventresca (200 gr), rojo vino. Rojo, rojo. Vino, vino.
Ver a Fernando filetear aquella ventresca como si fuese mantequilla  fue como escuchar Entre dos Aguas con la imagen a camara lenta, inolvidable.
Nada mas salir del mercado, terraza, cerveza fría y como tapa, ya saben, aquel atún. Paraíso terrenal.

Restaurante El Roqueo

Para nuestra despedida elegimos este restaurante, con unas vistas simplemente impresionantes, tranquilo.
Servicio muy amable y para resaltar en cuanto a platos se refiere, unas croquetas de carabinaeros realmente excelentes.
 
Fundado en el año 1977, los hijos de los fundadores mantienen en cocina al alumno mas aventajado de su madre (Sebastiana "Chani") el jefe de cocina José Sánchez Pérez.
Sus especialidades radican en una cocina tradicional conileña. Pescados de la bahia, mariscos, carne de retinto de La Janda y como no, Atún de Almadraba.

Cádiz te inunda los sentidos, indudablemente su rica oferta gastronnómica hace honor a tan noble, acogedora y bella tierra. Olé por ustedes.




Cádiz, entre dos aguas
Cádiz, de sal y de luz
de atún, de pescadores.

Cádiz, enlace a las Indias
Cadiz, de sentimiento y de Falla
de carnaval, de chirigota.

Cádiz, flamenco en su ser
Cádiz, de arte y cante
de cuplé, de Almadraba.

APURARI.
















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